viernes, noviembre 4

Diversidad jibarizada


En paz descanse Rocinante. Y con ella un pedacito más de nuestra débil diversidad de opinión y expresión. Centrándonos sólo en la prensa escrita, Chile vive (¿desde siempre?) un innegable duopolio, representado por los grupos Edwards y Copesa. De manera "porfiada", cada cierto tiempo emergen voces disidentes, pero siempre con difíciles situaciones de sobrevivencia.

En el caso particular de Rocinante, debo reconocer un % de culpa como lectora: por algunos años fui suscriptora de la revista, sin embargo, hoy, cada fin de semana es La Tercera la que me llega a la puerta.

El texto que adjunto es de Felipe Portales, y apareció publicado hoy en la sección de Opinión de La Nación.

TRIBUNA

El final de “Rocinante”

Pasaban a ser molestos los medios que probablemente se encargarían de desnudar las profundas contradicciones entre teoría y práctica que se impondrían en el futuro.

Felipe Portales

El final de la revista “Rocinante” constituye una nueva y severa pérdida para la muy limitada libertad de expresión que disfruta nuestro país. A dicha pérdida hay agregar este año la de “Plan B” y “El Portal del Pluralismo”. A su vez, ellas se suman a la virtual autodestrucción por parte del liderazgo de la Concertación -durante la década pasada- del conjunto de los medios escritos que había logrado desarrollar en plena dictadura. Esto es, de “La Época”, “Fortín Mapocho”, “Análisis”, “Apsi”, “Cauce” y “Hoy”. Esta autodestrucción se ha llevado a cabo a través de dos vías fundamentales: El bloqueo, a comienzos de los ’90, de la continuación de apoyos financieros externos, y la discriminación de que han sido objeto respecto del avisaje fiscal.

En relación a la primera vía, tenemos el testimonio del Premio Nacional de Periodismo 2005 y ex director de la revista “Análisis”, Juan Pablo Cárdenas, quien ha señalado que el Gobierno de Aylwin “nos bloqueó una ayuda internacional importante que estuvo a punto de materializarse. Era del Gobierno holandés que destinó una ayuda millonaria para las tres revistas que se mantenían vigentes (‘Apsi’, ‘Análisis’ y ‘Hoy’) junto con el diario ‘La Época’ y ‘Fortín Mapocho’. La ayuda no se concretó porque el Gobierno de Aylwin le hizo ver al Gobierno holandés que cualquier asistencia a la prensa chilena sería vista como una injerencia en los asuntos internos de nuestro país” (“El Mercurio”, 11/09/2005).

Respecto del avisaje fiscal, el mismo Cárdenas ha indicado que “el Gobierno (de Aylwin) no nos hizo compartir la publicidad gubernamental. La podría haber distribuido equitativamente entre los medios” (op. cit.) A su vez, el comité editorial de “Rocinante” denunció como “particularmente grave” que “el Estado chileno, a través de sus empresas, concentra una cantidad de recursos en materia de inversión publicitaria que refuerza este déficit de pluralismo (en la propiedad de los medios) al invertir casi exclusivamente dichos recursos en los grandes consorcios y monopolios de la comunicación” (Rocinante; N° 84 y final). En el mismo número su directora, Faride Zerán, informó que las empresas del Estado destinan 62,7% de su publicidad en prensa escrita a “El Mercurio”.

A todo lo anterior hay que agregar la insólita negativa del Estado a indemnizar al legítimo propietario de “Clarín”, Víctor Pey, lo que ha impedido hasta hoy la única alternativa cierta de publicación de un diario de centroizquierda en Chile durante esta década (ver “Clarín y el sagrado derecho de propiedad,” de Patricia Verdugo, en “Rocinante” N° 47) ¿A qué puede deberse ese pertinaz esfuerzo de beneficiar al ajeno y perjudicar al propio?

La explicación la da con toda crudeza Edgardo Boeninger en su libro “Democracia en Chile” (Edit. Andrés Bello, 1997) en que señala que a fines de los 80 se produjo una “convergencia” de los postulados económicos del liderazgo de la Concertación con los del régimen de Pinochet, “convergencia que políticamente el conglomerado opositor no estaba en condiciones de reconocer” (pág. 369)

Obviamente, en tal contexto, pasaban a ser molestos los medios de comunicación, que por las fuertes convicciones y coraje demostrados por directores y periodistas, muy probablemente se encargarían de desnudar las profundas contradicciones entre teoría y práctica que se impondrían en el futuro.

miércoles, noviembre 2

Por la Inclusión y la No Discriminación en la red

Este texto es de Claudio, C, quien me lo "convidó" para el blog.


No cabe ninguna duda que los avances tecnológicos nos enfrentan, minuto a minuto, a complejos pero fascinantes desafíos en nuestro diario vivir. Con la misión de comunicarnos, entretenernos o, simplemente, facilitarnos las cosas, inventos como la televisión, los teléfonos celulares, el computador e Internet, se han posicionado como las herramientas más utilizadas, hoy por hoy, al servicio de las personas y sus necesidades.

Lamentablemente, en muchas ocasiones dichos inventos no se encuentran disponibles para la mayoría de la población, ya sea por motivos económicos, o por otro tipo de barreras de acceso.

Sin duda, estos instrumentos fueron diseñados para las grandes mayorías, sin tomar en cuenta que existen algunos potenciales demandantes que, por distintas discapacidades físicas o sensoriales, no pueden optar a su uso, a menos que se diseñen otros aparatos con ese fin. Por fortuna, existen empresas que se dedican a cubrir este nicho de mercado, produciendo objetos que, muchas veces reemplazan el sentido perdido.

El programa de computación Jaws, es uno de aquellos inventos diseñados para adaptar a los ciegos, todo el inmenso y hasta hace poco tiempo desconocido mundo de la computación. Su funcionamiento es muy sencillo: el programa, a través de un sintetizador de voz, verbaliza todo caracter escrito en el monitor, bastando sólo la manipulación del teclado para abarcar casi cualquier aplicación del computador o Internet.

Gracias a este software, muchos discapacitados visuales podemos acceder día a día al fascinante espacio virtual, pudiendo no sólo utilizar perfectamente programas como Word o Excel, sino también leer directamente nuestros propios correos electrónicos, visitar ciertas páginas web, o comunicarnos vía Messenger.

Pero existe hoy en día, un nuevo instrumento de comunicación virtual que, según algunos, viene a revolucionar todo lo conocido: los blogs, verdaderas bitácoras donde cualquier persona puede publicar periódicamente ideas, conceptos, reflexiones, anécdotas, proposiciones o lo que estime conveniente. Desde su invención, hace unos cuatro o cinco años, su crecimiento ha sido vertiginoso y sus proyecciones… insospechadas.

Pero por desgracia, dichos blogs poseen, casi en su mayoría, una falla estructural de incompatibilidad con Jaws. Por causas desconocidas para mi, casi la totalidad de las plantillas prediseñadas para blogs hacen que Jaws tienda a leer el texto publicado de forma muy extraña. Para poder ejemplificarlo, es como que un gringo esté leyendo un texto en español, obviamente, sin saber ni una palabra.

Este fenómeno ocurre en la mayoría de los blogs que he visitado. Pero por esas casualidades de la vida, al primer blog que ingresé fue al de José Miguel Villouta, un conocido conductor de radio y televisión chileno. En un comienzo, no sabía por qué sólo su blog presentaba una compatibilidad perfecta con Jaws, pero ciertamente era el único de los que había visitado que tenía estas características.

Cuando con Daniela, mi esposa, creamos mi propio blog, probamos muchas alternativas para que fuera compatible con Jaws, pero sólo cuando aplicamos la misma plantilla del blog de Villouta… la cosa funcionó.

Por eso estoy escribiendo este artículo, para que todo el que lo lea, pueda saber que la plantilla llamada Sand Dollar es la única que hasta el momento me ha resultado compatible con Jaws, el programa para ciegos más utilizado a nivel mundial.

Así que si quieres que tu blog pueda ser leído por todo el mundo, te invito a cambiar tu plantilla -aunque no sea de las más bonitas-, y transformar tu blog en una publicación accesible para todos. Ahora bien, si tienes amigos que también tengan su blog, recomiéndales este cambio!

Viva la “NO” discriminación!

Claudio Gregoire

Nota: la plantilla de este blog es Sand Dollar

martes, noviembre 1

A dos años del cambio de folio


El jueves pasado cumplí 28, lo que me deja a dos años del cambio de folio. A dos años del paso de veinteañera a treintona. Desde hace un tiempo he comenzado a tomarle una cierta "fobia" a los cumpleaños, lo que me hace pensar que el paso del tiempo es en realidad algo que me preocupa más de lo que quisiera reconocer.

Si no recuerdo mal, todo comenzó cuando cumplí 25. Diez años antes, a mis 15, escuché a una prima reflexionar sobre su inminente llegada al cuarto de siglo. En ese minuto -y con toda la inocencia y desparpajo de los 15- mi prima me pareció todo un vejestorio. Lo interesante es que a la vuelta de la vida, me encontré yo misma cumpliendo 15.

Una amiga, Carola, fue la primera en dar la señal de alerta. "Estás deprimida". No, para nada. "Sí: pones mala cara al oir hablar de tu cumpleaños". Ahí estaba, clarito como el agua... me había convertido en el vejestorio de 25.

¡Qué estupidez más grande! Ahora tengo tres años más, y de vejestorio nada -creo yo- lo que me hace pensar en la maravilla de la teoría de la relatividad.

Sin embargo, aún no me convencen del todo los cumpleaños, y eso que siempre lo he pasado bien en ellos, especialmente desde que conocí a C, quien año a año se ha preocupado de hacer un evento especial.

Una de las mayores características de mis celebraciones, ha sido el factor sorpresa. En la Universidad, mis compañeritos me hicieron 3 fiestas sorpresas durantes 3 años seguidos. Lo mejor de todo, es que en ninguna sospeché nada.

Hace dos años, fue C el organizador del evento con factor sorpresa, oportunidad en que -cual Pollo Fuentes en sus mejores épocas del Venga Conmigo- invitó hasta amigas de colegio que él nunca había conocido.

Esta vez, C fue también quien me impulsó a celebrar. Primero a regañadientes, pero luego con "embale" total, surgió la celebración ecléctica-posmoderna "todo el mundo arriba", es decir, una sola celebración, todos los amigos, sin mediar conexiones previas.

El sábado en la tarde, mis nervios derivaron en neura -mil disculpas a las víctimas inocentes-, y luego, al ver los buenos resultados sobre la marcha, las sobrerevoluciones, los grados de alcohol y la alegría se tornaron en cansancio fatal y desparecimiento repentino (qué plancha!). Resultado: aún me están contando el final de mi cumpleaños.

Lo bueno de todo, es que esta celebración me ha motivado para preparar una gran celebración de 30. Tiempo tengo, tanto como para prepararla, como para acumular horas de sueño desde ya.

Acerca de mí

Mi foto
Daniela es mi nombre. @danilazcano en twitter. Periodista de profesión... docente de comunicación de vocación. El ejercicio de este blog no es más que un reencuentro con el "Querido diario:" de la infancia, cambiando la libretita rosada y con candado, por la apertura "infinita" de la blogósfera. Así, resulta sólo una bitácora... y de un bucle... por Morin, y por la genética que pobló mi coronilla.