viernes, diciembre 16

El Diario de Ariadna

Quienes hayan leído el cuento de Twiny habrán descubierto de dónde viene el nombre de este blog. Efectivamente, Ariadna no soy yo... por lo menos no todo el tiempo, sino mi madre quien, como ya he dicho, fue condenada por este bautismo a ser una mujer particular.

Debo decir, y a riesgo de parecer totalmente mamona, que Ariadna, mi madre, es una mujer valiente. En realidad, me parece que nunca ha optado por el camino fácil, sino que todo lo contrario, pero apechugando con cada una de las consecuencias de sus actos. Valiente y consecuente.

Además, es inteligente, de corazón y razón. Sin embargo, y a pesar de que a su lado aprendí de una manera totalmente impregnada bajo la piel la igualdad de género, siento que durante algunos años mi Ariadna se dejó de lado, agachó la cabeza y cayó. Ahora entiendo que lo hizo por nosotros, y porque a pesar de ser una mujer de vanguardia –sin nunca proponérselo eso sí- tenía en sus espaldas el peso de la tradición conservadora, pero la peor de todas, aquella que nos hace mantener las apariencias de familia feliz. Lo interesante de todo, es que ella misma me enseñó, una vez más, que el espíritu no se puede anular, y por el lugar más inesperado, Ariadna salió, irrumpiendo, liberando (se), rompiendo lo establecido, pero por sobre todo asumiéndose y a sus consecuencias.

Pero de tan valiente que es, ha estado triste también, pues cree que ha causado daño. Pero para mí, ha enseñado más que dañado. Es que es tan linda. Si la conocieran... Con su corazón que se desborda. Es mi mamá. Y es mi vida... literalmente mi vida.

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Acerca de mí

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Daniela es mi nombre. @danilazcano en twitter. Periodista de profesión... docente de comunicación de vocación. El ejercicio de este blog no es más que un reencuentro con el "Querido diario:" de la infancia, cambiando la libretita rosada y con candado, por la apertura "infinita" de la blogósfera. Así, resulta sólo una bitácora... y de un bucle... por Morin, y por la genética que pobló mi coronilla.