sábado, agosto 19

Al final del día... 2

Para ser honesta con los hechos: algunos años después pensé que P tenía razón, y maldije la decisión tomada a finales del 94. Fue quizás en la época en que las lucas escaseaban dramáticamente en mis bolsillos, y tenía que hacerme la invitada a almorzar a casa de M y P, disfrazando la falta de $$ con la añoranza de la vida en familia (y es que en esos años vivía sola... tema para algún otro post).

Muchas noches jugué al macabro "que hubiera pasado si..." Craso error, conducente a nada más que a la mala vibra compulsiva. Y todo empeoró la vez en que M confesó que P me veía como una fracasada... Peor! Pero bueno... serenidad, y dimensión de las cosas.

A ver... a ver... ¿arrepentida? No. ¿Fracasada? En realidad no lo creo, pues estoy harto feliz con lo que soy y hago (bueno, tengo algunas cosas pendientes, como la innombrable T, pero en general...) Además, ¿quién lo mide? ¿en comparación con qué?.

A esta altura del partido soy una convencida que, hubiera decidido lo que hubiera decidido ese 94, hubiera terminado haciendo lo que hago hoy. Y eso, la verdad, me hace harto feliz.

1 comentario:

Isa dijo...

Eso es lo que importa después de todo no?
Que al final del día nos sintamos content@s con nosotr@s mism@s y tranquil@s con nuestra conciencia.

Que bacán haber llegado a tu blog así por casualidad, de link en link

Un abrazo fraterno,

Isa

Acerca de mí

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Daniela es mi nombre. @danilazcano en twitter. Periodista de profesión... docente de comunicación de vocación. El ejercicio de este blog no es más que un reencuentro con el "Querido diario:" de la infancia, cambiando la libretita rosada y con candado, por la apertura "infinita" de la blogósfera. Así, resulta sólo una bitácora... y de un bucle... por Morin, y por la genética que pobló mi coronilla.